Quiero reformar mi casa y no sé por dónde empezar…
Esta es una frase que oímos muchas veces cuando nuestros clientes acuden a nosotros pidiéndonos asesoramiento sobre su proyecto de reforma. Especialmente después de haberse informado por internet, donde hay muchísima información, y haber quedado aún más confusos. En este artículo vamos a plasmar por puntos algunas preguntas y reflexiones relacionadas entre sí para intentar aclarar las principales dudas que se plantean ante una reforma.
Plantearse por qué se quiere hacer la reforma
- Qué necesidades tiene la vivienda?
Las viviendas necesitan una actualización cada cierto tiempo ya que sufren un desgaste y se deterioran, así que igual que cada cierto tiempo llevamos nuestro vehículo al taller a que se le cambien algunas piezas, también tenemos que ir renovando nuestra casa. Por no hablar de los hábitos y costumbres que van cambiando. No solo se trata de que quiera o me venga bien hacer unos trabajos, sino más bien de que toca hacer esos trabajos. Y si no los hacemos, la vivienda tendrá no solo menos confort sino también menos valor en el mercado.
- Qué necesidades tiene el cliente?
Lo primero es tener claro las necesidades de cada uno y por qué se quiere hacer la reforma. Veamos algunos supuestos muy diferentes:
- Necesito llevar a cabo una reforma integral: Mi vivienda está obsoleta. Tiene instalaciones de electricidad, agua y calefacción anticuadas, las ventanas no son muy aislantes y además me gustaría jugar un poco con la distribución y darle un dormitorio que no uso al salón. Por no hablar del aire acondicionado, ya que los veranos cada vez son más duros.
- Quiero hacer una reforma parcial: Mi casa está en buen estado pero me gustaría darle un toque nuevo, así que renovaré cuarto de baño y cocina y pondré puertas nuevas en color blanco.
- Un lavado de cara es suficiente: Tengo un apartamento que uso en ocasiones como segunda residencia, aunque también me planteo alquilarlo. Quiero darle un look más agradable, así que pondré un parquet flotante encima del pavimento actual y pintaré paredes y techos.
Los medios de los que se disponen van a condicionar qué se puede hacer y qué no
- Qué presupuesto máximo se está dispuesto a invertir (incluidos imprevistos)?
Tenemos que tener muy presente hasta donde queremos y podemos llegar, ya que el presupuesto disponible determinará los trabajos que podemos hacer y el nivel de calidades de la obra. Por ejemplo, no se puede pretender hacer una reforma integral con instalaciones de electricidad, agua, calefacción por radiadores y climatización por conductos, carpinterías exteriores eficientes y acabados de calidad alta si se tiene un presupuesto ajustado. En ese caso, tendremos que prescindir de la climatización por conductos (o colocar un split), instalar un parquet flotante sintético en vez de uno de madera natural, colocar racholas en baños de pasta blanca (no porcelánicas) y en formato más pequeño, montar muebles de cocina y baños en acabado melamina y no lacados, electrodomésticos que no sean de primera marca, etc.
Además, es común que en una obra aparezcan vicios ocultos que haya que subsanar, como filtraciones o humedades, carpinterías de madera podridas o carcomidas, tuberías o instalaciones en mal estado, bigas en mal estado, etc. Por ello, es recomendable siempre dejar un colchón para imprevistos.
Voy a tomarme el proyecto de reforma con agobio o con ilusión?
- Hay que concienciarse y prepararse para lo que viene.
Hacer obras en casa puede generar un poco de estrés por diferentes motivos:
- Es una inversión importante (normalmente la más grande tras la compra de la vivienda)
- Genera polvo, molestias y ruido a vecinos, o incluso al propietario si éste vive mientras se desarrollan las obras
- Puede haber imprevistos
- No somos capaces de visualizar el resultado y/o hay cosas que no quedan como nos imaginábamos
- Ver nuestro hogar parcial o totalmente derruido puede ser muy angustioso, como lo es ver a un hijo pasándolo mal en el dentista aunque sea por su propio bien.
- Etc, etc.
Por ello, antes de tomar la decisión de iniciar obras recomendamos prepararse mentalmente para ello, asumiendo que va a ser un proceso duro pero con un final muy satisfactorio y beneficioso para nosotros y nuestro hogar. Es esencial dejarse asesorar por los profesionales y disfrutar del proyecto, preguntando acerca de las dudas y participando en la toma de decisiones de nuestro proyecto.
Pero el resultado siempre vale la pena
Como decíamos al inicio del artículo, en Casa Confort estamos acostumbrados a oír el “quiero reformar mi casa y no sé por dónde empezar”, pero también el “tomamos la mejor decisión y estamos súper contentos con el resultado”.